viernes, 2 de abril de 2010

El Ocaso: ¿Elección Personal o Aceptación de lo Irremediable?

La actualidad me incita, me reclama, me pide a gritos, casi me exige hablar de Lionel Messi. No voy a negar que la tentación casi me vence, pero finalmente he decidido que hablar de la estrella argentina no haría más que añadir caudal a los ríos de tinta que ya corren lo suficientemente rebosantes. Lo último que me gustaría es ser repetitivo. Aunque el tema de Messi (su despegue definitivo) me viene como anillo al dedo para contrarrestarlo conalgo que todo el mundo ve y lo acepta con resignación: el eclipse progresivo que grandes estrellas del fútbol están padeciendo en los últimos tiempos.


1. ONE-CLUB-PLAYERS

Este término inglés se refiere a aquellos jugadores que sólo conocen un escudo y lo sienten como propio. Actualmente, jugadores como Maldini (ex-Milan) Totti (Rma) Del Piero (Juventus) Raúl (R.Madrid) o Giggs (ManU) Raúl Tamudo (Espanyol) son los máximos exponentes de esta especie surgida en los noventa que aparecieron desde las categorías inferiores para darle a una afición huérfana de ídolos un motivo por el que seguir ilusionándose con su equipo. Todos ellos tienen un palmarés que asusta, y han sido piezas clave de sus equipos durante todos esos éxitos, echándose al equipo al hombro en los momentos cruciales y mostrando un compromiso ejemplar. La profesionalidad que atesoran queda fuera de toda duda, pero dicho esto a mí me surge una pregunta que no puedo reprimir por más tiempo: ¿cuándo es el momento de decir BASTA? El debate se centra en si es suficiente con pasar los últimos años de una brillantísima carrera siendo actores secundarios de una saga que ellos mismos protagonizaron o en el momento que el nivel no se mantiene hay que recibir ya el merecidísimo homenaje.


2. ACTORES SECUNDARIOS

Como ya he dicho, muchos superclases están quedando relegados a tener escasas oportunidades ante estrellas emergentes del fútbol mundial. Ver al máximo goleador de la historia del Espanyol en la grada domingo tras domingo o a Raúl dando indicaciones desde el banquillo me estremece. Otros, como Del Piero, Totti o el propio galés del ManU merecen capítulo aparte: ellos siguen siendo jugadores de segunda fila en sus equipos ( eclipsados por los Diego, Vucinic o Nani respectivamente), pero suelen aparecer como solución en momentos determinados y su resultado es óptimo. No sé si esos destellos son suficientes para GENIOS con un ego tan desarrollado. En ese aspecto cada cual tendrá su propia opinión, siendo todas igualmente válidas.


3. MONSIEUR THIERRY

Cualquiera que me conozca un poco sabe la debilidad que siento por Henry. Sería capaz de bajar al mismísmo infierno para defender al que ha sido el delantero con más clase que he visto sobre un terreno de juego. Recuerdo goles imposibles en la Premier desde todos los ángulos, una eliminatoria de Champions frente al Real Madrid majestuosa con Doctorado en el Bernabéu, arrancadas a velocidad sideral desde el flanco izquierdo para encarar a la portería... Creo que junto a Ronaldo Nazario ( del que después hablaremos) poseía una cualidad que aún hoy me asombra: era capaz de correr vertiginosamente hacia el marco rival sorteando adversarios,plantarse ante el guardameta rival, mirarle a los ojos, bajar las pulsaciones a ritmo infrahumano, convertir la sangre en hielo, poner en pie a los espectadores y hacer lo más difícil que existe en el fútbol: acompañar el balón al sitio donde el portero no puede llegar jamás. Por todo esto y muchas más cosas, cada vez que veo a Monsieur Tití jugar en el Barcelona, una lágrima corre por mis mejillas por ver en qué ha quedado aquel genio extraterrestre cuyas acciones me animaron a seguir jugando al fútbol en una época donde mis ganas de continuar eran ya demasiado débiles. Consigo consolarme con alguno de esos controles estratosféricos a los que nos tenía acostumbrados, alguna arrancada ya infinitamente menos dañina que las de antaño o simplemente verle sonreír cuando su equipo se impone al rival, a pesar de que sabe que su contribución ha sido escasa. Sólo deseo que en el Sudáfrica pueda dar sus últimos coletazos como ya lo hizo Zidane en Alemania 2006.


4. RONALDO&ADRIANO

Bien es cierto que la carrera de Ronaldo ha sido lo suficientemente fructífera y el recuerdo que nos ha dejado en la memoria es imborrable. Todos hemos querido imitar sus regates, sus fintas, en definitiva el legado que nos deja. Verle ahora en pantalón corto es lo más cercano al esperpento que he presenciado en bastante tiempo y creo que deberían censurarla porque no es justo que las generaciones de ahora le vean así sin haber disfrutado como nosotros lo hemos hecho. Mención aparte merece Adriano Leite, el delantero centro más completo que había en el panorama mundial hasta no hace tanto. Potencia, fuerza, habilidad, velocidad, disparo, olfato, remate de cabeza, se acaban las palabras y las cualidades del EMPERADOR aún se multiplican. La muerte de su padre y el divorcio con su mujer en tan sólo una semana le echaron en manos del alcohol que, sin duda ha destrozado al que podía haber sido el tírano de las áreas por muchos años. Ahora es más noticia por su relación con narcotraficantes que por su fútbol. Aún así tengo una mínima esperanza de ver al fondo sur del Giuseppe Meazza ondeando la bandera con el emblema: EMPERADOR.

1 comentario:

  1. Hay que ser lo suficientemente grande para decir "lo dejo".

    ResponderEliminar