HACER DE LA NECESIDAD VIRTUD

Año nuevo y el FCB sigue a lo suyo: triangulando, aprovechando los pasillos interiores que fabrican la movilidad de sus delanteros y asfixiando la posesión rival en campo contrario. Todo sigue igual.
La polémica surgida a raíz de la entrega del Ballon D'Or, ha hecho retrasar algo que tenía en mente hace algún tiempo: hablar de un equipo que se ha repuesto de fuertes mazazos y se ha adaptado a la situación económica actual confiando en gente de las bases.El eterno rival de los azulgranas.

El RCD Espanyol empezó bien el nuevo siglo: 2 copas del Rey, final de UEFA y apertura de la nueva Ciudad Deportiva. Sin embargo, la tendencia se invirtió y el Estadio Olímpico Lluís Companys se convirtió en una enorme nevera, que enfriaba sentimientos y congelaba el fútbol de su anfitrión. Años agónicos, apelando a la épica para mantenterse en la máxima categoría.
Ante la difícil situación, la cúpula espanyolista decidió hacer una gran inversión y trasladarse a un terreno más acogedor, un lugar al que llamar Hogar, Cornellà-El Prat. Todo parecía listo para dejar atrás las dificultades, pero entonces llegó aquella fatídica tarde de agosto09 cuando el corazón de Jarque dejó de latir y, con él, el de todo el espanyolismo.
La primera temporada huérfanos del capitán pasó sin pena ni gloria, deambulando por la zona templada de la tabla, agarrados a la inoperancia de rivales descompuestos para sobrevivir. Abonados a los partidos cerrados, con resultados cortos y pocos goles (los partidos del Espanyol fueron los menos fructíferos en cuanto a anotación).
La marcha de Pareja, Tamudo23 y Moisés Hurtado, auguraban un año de sufrimiento y vida en el alambre. Pero la nueva temporada ha arrancado con aires renovados. Jóvenes que apuntaban, ahora deslumbran. Los que parecían ausentes, están apareciendo.
El estilo de Pochettino ha dado un paso más en su evolución: su equipo sigue disfrutando en partidos herméticos y, ahora, es capaz de manejar el timing cuando el enfrentamiento se desestructura. Intenso en la presión y diabólico en transiciones rápidas. Los repliegues defensivos intensivos suponen un pequeño lunar en el trabajo del técnico argentino, que suele acabar sufriendo cuando intenta amarrar el resultado.
Kameni sigue agigantado en su puesto, reduciendo las habituales dosis de taquicardia para ganar en solvencia. Chica, Amat y Didac conocen a la perfección las doctrinas defensivas que se imparten en la Ciutat Esportiva de Sant Adrià: agresividad, disciplina táctica y seguridad en el cruce. Pero por encima de ellos luce Víctor Ruiz, un central zurdo que exhibe suficiencia y soluciones con el balón en los pies. Poderoso en el juego aéreo y aseado en la salida de balón, el 6 perico ya ha llamado la atención de los grandes de Europa, no es para menos.
De la Peña no llega ni se le espera. Así que Javi Márquez ha cogido responsabilidades. El talentoso centrocampista se perfila como un mediocentro 'a la inglesa'. Poca combinación estéril y juego horizontal. Un cañón de alta precisión, que lanza pases milimétricos en largo y golpea desde la larga distancia con violencia. La antítesis de Verdú, combinativo por naturaleza.
Arriba, Luis García le ha quitado el polvo al guante que tiene en su pie derecho. Con él, inicia contraataques de vértigo en busca de las diagonales de Callejón y Dátolo, lanza venenosamente la estrategia y se asocia cerca del área.
Ahí, en el rectángulo definitivo, Dani Osvaldo maniobra. El argentino juega de espaldas para oxigenar y ruge en zancada larga. Su lesión lastra a los blanquiazules, que depositan sus ilusiones en la inminente explosión de Álvaro y en la resurrección de S.García.

Obstáculos, puertas que se cierran, contratiempos que se presentan insuperables, convertidos en ventanas que se abren. El Espanyol es consciente de que la situación económica no es boyante. Por ello, debe seguir trabajando la cantera y acertar lo máximo posible en los fichajes. Algunos dirán que sólo ganan en casa, pero las recientes victorias en el Vicente Calderón y Sánchez Pizjuán demuestran que la cosa puede ir en serio.