miércoles, 16 de marzo de 2011

DOS NO SE PELEAN SI UNO NO QUIERE




Se adornó el Santiago Bernabéu como en las grandes citas anoche. El público merengue, consciente de la importancia del choque, se debatía entre la ilusión y el nerviosismo, el optimismo y el miedo.
Un mensaje de apoyo a Abidal en el marcador del estadio, fue el preludio de una guerra sin cuartel entre el amable pasado del futbolista francés(Lyon) y su actual rival futbolísitco (Madrid).

Se enfundó el cuadro de Mourinho el frac de las ocasiones especiales, con el renqueante C.Ronaldo en sus filas.
Puel (técnico lyonnais) mantuvo el 4-2-3-1 que tanto le gusta, con Gourcuff en el eganche y Briand-Delgado-Lisandro en el ataque. El preparador francés dispuso a su tridente ofensivo más agresivo en la presión, riguroso en el trabajo oscuro.

Salieron en salvaje estampida los locales, como era de esperar. Toques rápidos y precisos, que adivinaban un peligro que nunca llegó a producirse, por el buen trabajo de Lloris y Lovren (notable 1a mitad del croata). 2 subidas de Marcelo con peligro y una jugada que Khedira no supo terminar.
Poco a poco, los franceses fueron cogiéndole el ritmo al partido, sometiendo a un Real Madrid impreciso y roto. Pérdidas de balón y salida fulgurante del Lyon, circunstancia que se repitió para forzar las amarillas a Pepe (violento toda la velada y merecedor de la expulsión) y Carvalho.
Un tiro ajustado de Delgado que desbarató Casillas supuso el clímax del Lyon el cómputo global de la eliminatoria.

Sin embargo, los últimos 15 minutos del 1er asalto mostraron un escenario totalmente diferente. Marcelo, que había convertido su carril en un circuito de velocidad, se asoció con C.Ronaldo al borde del área para tirar al suelo a los centrales franceses en un doble recorte y batir a Lloris.
Cabezazo de CR, disparo envenenado y gol anulado de Benzema, pusieron en pie al Bernabéu, que esta vez sí reconoció al Real Madrid histórico, el de las grandes noches europeas.
El descanso supuso un bálsamo para los franceses, incrédulos de marchar a los vestuarios a un solo gol de llegar a la prórroga.

Salió Gomis tras el medio tiempo, en un intento desesperado de Puel por reenganchar a su equipo al partido. Nada más lejos.'La Pantera', se movió, fijó a los centrales e incluso protagonizó la única ocasión visitante de la 2a mitad en un disparo escorado que Casillas no acertó a atajar.
Gourcuff diluido en la zona ancha, Lisandro peleado contra el mundo, Delgado sin socios para la creación y Toulalan desbordado.

La falta de comunicación entre Cris y Lovren se agravó con el paso de los minutos. Y en una de éstas, Benzema, agresivo y motivado anoche, lo aprovechó para mandar el balón a la red en una definición cómoda para un delantero de su nivel.(6 goles en Champions League para Karim).
Se sacudió la incertidumbre el conjunto merengue y, a partir de ahí, empezó a hacer algo que no había logrado en los primeros 70 minutos: elaborar fútbol. Posesiones largas, pases diagonales (enterrando la horizonatlidad) y búsqueda de espacios. En ese juego fluido, el anfitrión empezó a gustarse.
La enésima duda de Cris le permitió a Özil prolongar hacia Di María. Ahí, frente al portero, 'El Fideo' se muestra letal: vaselina 'de cuchara', al más puro estilo 'Raúl' para cerrar el partido y colocar al Real Madrid entre los 8 mejores del continente, casi una década después.

Así murió el cuadro lyonnais, impotente y rendido ante un RM que hizo un partido correcto, sin alardes.
Poca resistencia ofreció el conjunto de Puel, a pesar de la calidad de su plantilla.

3 goles anotó el RM, en 3 brillantes definiciones de Marcelo, Benzema y Di María. Es importante el trabajo táctico y la disciplina defensiva, pero en torneos cortos, la calidad se antoja vital para llegar lejos.

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