miércoles, 6 de abril de 2011

LA ETERNIDAD DEL TALENTO




Parece descafeinada esta edición de Champions League. Equipos inconsistentes que se apartan del camino víctimas de sus propios errores.
Sin embargo, me gusta pensar que los que están dando la talla están haciendo las cosas bien.Lo cierto es que anoche dudé entre cuál de los dos partidos de 1/4 de final era más interesante.
He de reconocer que mi idea inicial fue la de ver el Barcelona-Shaktar Donetsk. Pero el gol tan tempranero de Iniesta me empujó irremediablemente a Londres, a Stamford Bridge, al Chelsea-Manchester Utd.
Noche rara en la capital inglesa, donde un equipo (ManU) hizo lo que se le presupone y el otro (Chelsea) inmerso en una guerra contra sí mismo que ya dura demasiado.
Sacrificó Ancelotti a 2 de sus hombres más enchufados en CL: Anelka y Malouda para incredulidad de un servidor.

Aún así, salió efervescente el cuadro local, consciente de la ventaja que le ofrecía un partido desestructurado. Amenazó Drogba con un golpeo violento que desbarató Van der Saar, excelso anoche.
Solvencia defensiva (vidic+ferdinand) para los Red Devils y la innegociable premisa de mantener la portería a cero.
Tras sacudirse la espesura inicial, los visitantes apadrinaron al cuero, para hacerse dueños absolutos de la posesión. Y de ese monopolio nació el único gol de la noche: cambio de juego milimétrico de Carrick, que recoge Giggs, ese maipulador del tiempo, para clavar el cronómetro en un control en carrera delicioso. Asistencia a Rooney, que definió como mandan los cánones: seco, abajo, a la base del poste opuesto a la trayectoria del balón.
Agonizó el primer acto con un vuelco inesperado: tiro de Drogba al poste y rechace que Lampard no acierta a conectar con éxito.


Amaneció la 2a mitad con esa sostenida hiperventilación Blue, y un Drogba maniatado por un domador balcánico de fieras, llamado Nemanja Vidic.
Se lesionó Rafael (min.55) y Ferguson demostró el porqué de su trayectoria, retrasando a Valencia y dando entrada a Nani para amedrentar al anfitrión de la fiesta. Dinamismo del ecuatoriano, que superó con nota el desafío de ejercer como 2.

En un intento tardío de recuperar el pulso, Ancelotti dio entrada a los franceses penitentes: Anelka y Malouda. Se notó mejoría en los locales, más asociativos en 3/4 de campo, exigiendo a Ferdinand y Vidic, cómodos hasta el momento.
A ese fútbol de percusión, de mucho empuje y poca pausa, se agarró el Chelsea intentado resistirse a un final irremediable.
Un centro con música de Bosingwa que Torres (una sombra hasta entonces) remató cómo sólo él sabe. Pero ahí estaba, Van der Saar, el 'otro' eterno del Manchester para sacar una mano prodigiosa en un vuelo sostenido.
Se pidió penalty en un postrero 'tackle'del omnipresente Evra sobre Ramires, que Undiano Mallenco obvió.




Dicen que para subir un piano a un 5º piso hacen falta 9 hombres. Sin embargo, una vez instalado el piano en el salón, sólo 2 pueden tocarlo con la excelencia que merecen las grandes ocasiones. Giggs y Van der Saar suman casi 80 años entre ambos, pero anoche dieron su enésima exhibición al teclado del instrumento que afina Ferguson. Compite el ManU como ningún otro conjunto nivel mundial. Hoy,9 futbolistas han mantenido a su equipo dentro del partido, pero son 2 quienes han dado en la tecla del éxito.
Debatiéndose entre lo humano y lo divino, el talento de estos 2 superclases se mantiene intacto por los siglos de los siglos.

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