martes, 12 de julio de 2011

EL CUARTO REICH




El periodo que transcurrió entre 1933 y 1945 fue el de máximo orgullo nacionalista alemán. La época de la agitación nazi, de la ambición de formar un gran Imperio Alemán, de la justificación de la violencia, del orgullo de la raza aria, del exterminio de otras razas. En definitiva, la época del Tercer Reich alemán.
Toda la parafernalia que ideó Hitler tenía un único objetivo: conquistar el máximo de territorio para crear un imperio inigualable e inmune al paso del tiempo. Para ello, ejecutó sin miramientos a todo aquél alejado de la 'pureza racial' que predicaba en sus discursos. Esa idea de expandirse, sin reniunciar a su sangre impoluta.

Históricamente, la selección alemana de fútbol ha basado su fútbol en el músculo. En el juego directo, el disparo de larga distancia y el poderío aéreo de sus ejemplares más fornidos.
'El fútbol es un deporte que juegan 11 contra 11 y siempre ganan los alemanes'. Recitba, resignado, Gary Lineker tras caer Inglaterra en las semifinales de Italia 90 frente a los germanos. Y es que ese estilo de juego le funcionaba a Alemania: 13 semifinales en 16 Mundiales y 3 estrellas en el pecho.
Vogts, Muller, Rummenige, Beckenbauer, Voller, Klinsmann,... tardes de gloria para Alemania.

Aquella vieja ambición de adueñarse del planeta se trasladó al fútbol. Sin embargo, rompiendo con toda la tradición, hubo un hecho que cambiaría el rumbo de la historia balompédica germana para siempre: Gerald Asamoah(goleador insaciable, negro de origen ghanés) es convocado en 2001. Este hecho provocó un cisma en el seno del territorio teutón, que ya parecía haber digerido la caída del Muro de Berlín una década atrás.
Más se agravó la situación cuando Owomoyela (origen nigeriano) y el propio Asamoah defendieron el escudo en su propia casa, en el Mundial 2006. 'El Blanco no debería ser sólo el color de nuestra camiseta' bramaba a ultra-derecha.
Puede parecer algo anecdótico, pero nada más lejos. Fue el inicio de una nueva visión, de mantener ese afán de ser grandes, pero apoyándose en la riqueza multiculural.

Pasada la tempestad (julio 2006), aterizó en el banquillo Joachim Löw, miembro de honor en este blog, para revolucionar la antigua concepción del balompié germánico. Löw, amante del buen fútbol y fiel al estilo asociativo, hizo algo que nadie esperaba: apartar a Frings, Lehmann y,sobretodo, Ballack de la Nueva Alemania.
Una Nueva Alemania que no teme adelantar la defensa, presionar bien arriba, incorporar a sus laterales en ataque, combinar en 3/4 y llegar con mucha gente a zonas de remate.
Philip Lahm domina ambos costados: el derecho para trazar carreras sobre la línea de cal y el izquierdo para jugar por dentro y crear superioridad cerca del área. Schwensteiger ha evolucionado como ningún otro futbolista en Europa: ha convertido la intermitencia en regularidad, la calidad y el dinamismo en un modo de vida. Müller, ese superdotado en la disciplina de los espacios, aumenta su clarividencia a medida que se acerca a la portería rival. Arriba, el de siempre: Klose se muestra letal en torneos cortos, los campeonatos explosivos.

Éstos son los 3 pilares que presenta Löw. Sin embargo, otros futbolistas de origen no-alemán dan ese punto de riqueza que hace de Alemania una de las potencias mundiales. De hecho, practicó el fútbol más atractivo en Sudáfrica 2010.
La seriedad de Boateng (origen ghanés), el golpeo de Podolsky (or. polaco), el oportunismo de M.Gómez (or.español), la profundidad de Cacau (or.brasileño), la electricidad de Marko Marin (or. bosnio), el equilibrio de Khedira (or. tunecino), la fantasía de Özil (or. turco)... le dan brillo a un equipo llamado a pelear por el cetro mundial del Fútbol. Para un servidor, es el equipo nacional que más cerca está de alcanzar el nivel de España.

El pasado Mundial sub17, Alemania alcanzó el bronce con un fútbol alegre, de triangulaciones diagonales y ritmo frenético. Muchos de esos integrantes no presumen de apellido 'alemán puro' pero todos buscan esa esencia que propone Löw. Los Weiser, Aycicech, Emre Can, Aydin Yesil y compañía aseguran el futuro de un modelo que, para ser sincero, me entusiasma.

'CUANDO MIRAS ATRÁS Y APLICAS EL FILTRO DE LA PERSPECTIVA, TE DAS CUENTA DE QUE AQUELLO QUE PARECÍA UN DRAMA SUPUSO, EN REALIDAD, UN PUNTO DE INFLEXIÓN'

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