sábado, 13 de septiembre de 2014

LOS CACHORROS PIDEN PASO


                              Aboubakar y Njie celebran uno de los cuatro goles que endosaron a C.Marfil

El ser humano, por desgracia, corre el riesgo de caer en la rutina. Instalado entre promesas de una vida mejor, van pasando los días y nada cambia. Hasta que llega un momento en el que tienes que decidir: conformarte con mantener ese estilo de vida que encadena decepciones una tras otra o, por contra, rebelarte contra ti mismo y buscar nuevos caminos.

Todavía con el sabor del pasado Mundial clavado en el paladar, se nos ha venido encima, como un soplo de aire fresco, la fase de clasificación para la Copa de África que arrancará el próximo enero en Marruecos. Esta fase de clasificación viene marcada por dos aspectos clave: la movilidad geográfica que han sufrido Guinea Conakry y Sierra Leona por el brote de Ébola que ha estallado en esos países y la renovación que han experimentado algunas selecciones hartas de promesas de una vida mejor. Para empezar, los dos futbolistas africanos con mayor trayectoria a nivel internacional en la historia, han decidido apartarse. Tanto Samuel Eto'o como Didier Drogba han dejado paso a las nuevas generaciones, a nuevos cachorros hambrientos.

Para estar en Copa de África, las selecciones han tenido que pasar dos fases clasificatorias y ahora se ven encuadradas en siete grupos de cuatro. Los dos primeros y el mejor tercero de los siete grupos acompñarán a Los Leones del Atlas en la gran fiesta del fútbol africano.Este baile de enfrentamientos repartidos por todo el Continente Negro suopnen para el pueblo africano una gran fiesta.

Ante la imposibilidad de desgranar por escrito esta doble jornada (28 partidos) me voy a centrar en la metamorfosis que ha experimentado un equipo que parecía abocado al abismo. Un doble campeón de África y Oro olímpico a principios del siglo XXI venido a menos.

CAMERÚN ha sido, sin duda, la gran sensación de este arranque de fase clasificatoria. El seleccionador Volker Finke, sorprendentemente mantenido en el banquillo a pesar del esperpéntico Mundial del equipo, ha sacado la fregona y ha hecho limpieza a fondo. Motín de los jugadores antes de viajar a Brasil, equipo desorganizado en el terreno de juego e, incluso, peleas entre compañeros. Un bochorno nacional sin precedentes. Llegó la hora de rebelarse contra lo establecido; era el momento de hacer un cambio radical. Los retirados Webó y Eto'o, el sancionado Song y los señalados Chedjou, Makoun, Itandje o Assou Ekotto no están en la concentración de Los Leones Indomables. Pilares fundamentales en los últimos años que  no siguen. Rutina con promesas de una vida mejor que no llegaba.

Ahora los héroes nacionales son otros. Cachorros con hambre de éxito que han devuelta la ilusión al pueblo camerunés. Empezaron los Leones Indomables con victoria en territorio comanche, RD Congo. Lubumbashi, terreno siempre complicado para los países de África central, tuvo que rendirse a esta nueva Camerun después del 0a2 inapelable. A los tres días, un test de altura. El equipo de Finke recibía a Costa de Marfil en el imponente estadio de Youndé. La primera gran prueba para estos cachorros. Ondoa, el joven portero juvenil del Barcelona se ha hecho dueño de la portería. Después de sus recientes grandes actuaciones con la selección sub20, ha cogido la responsabilidad con los mayores. Bony, Gervinho y Doumbia acabaron desesperados por las grandes intervenciones del felino guardameta de sólo 18 años. En el eje de la zaga, junto a Nkolou, emergió Mbia, ahora capitán y mariscal defensivo del equipo. Arriba, llegan los motivos para la sonrisa. Moukandjo, un velocista con botas de fútbol, el ya nuevo ídolo Aboubakar y la gran promesa del Lyon Njie, destrozaron a la defensa costamarfileña. Velocidad, potencia, habilidad en el 1 contra 1, desborde y gran capacidad goleadora. Éste es el aval del nuevo ataque camerunés. Hervé Renard, flamante nuevo seleccionador de Costa de Marfil, recibió el primer revés como máximo responsable de Los Elefantes.

Un 4a1 que hizo rugir al público camerunés. Dobletes de Njie y Aboubakar, ataques frenéticos y paradas de Ondoa. Una tarde que en Yaoundé se va a recordar durante muchos años.

"Cuando el León deja de traer la comida a casa, debe apartarse y dejar que los cachorros hagan el trabajo"